Vuelven los fantasmas a San Mamés

Un Athletic incapaz de hacer gol sucumbe en casa ante el Espanyol tras dominar gran parte del encuentro.

Volvía el fútbol a La Catedral, y no lo hacía de cualquier manera. Lo hacía tras uno de los mejores partidos del Athletic en los últimos años. Frente al Cádiz, en el Nuevo Mirandilla, los de Valverde ofrecieron una exhibición de fútbol ofensivo, pasando de tener problemas de cara a puerta, a completar un partido con cuatro goles, un penalti fallado y otro gol anulado.

Con en el partido frente a los gaditanos en el recuerdo, los rojiblancos afrontaban la jornada 4 de liga con más ilusión que nunca, con ganas de demostrarle a su afición que el problema del gol estaba solucionado, y con nombres en el banquillo que no hacían más que dibujar sonrisas en la parroquia athleticzale. Íñigo Martínez volvía a sentarse en el banquillo tras superar la lesión que le había tenido apartado de los terrenos de juego durante las primeras tres jornadas, y en la grada de San Mamés se esperaba poder tener la oportunidad de recordarle al de Ondárroa cual es su casa. Además, Ander Herrera se estrenaba en una convocatoria de Valverde, lo que suponía que podía volver a disputar minutos con la camiseta del Athletic. La alineación elegida por Valverde volvía a ser exactamente la misma que contra el Cádiz, con Lekue como lateral izquierdo y la apuesta de Iñaki como delantero centro.

Y la verdad es que el comienzo del partido no defraudó a nadie en San Mamés, los rojiblancos volvieron a firmar unos inmejorables primeros veinte minutos, en los cuales dominaron a los pericos y, liderados por Berenguer, daban la sensación de estar cada vez más cerca del gol. Sería en el minuto 21 cuando dispondrían de la ocasión más clara del partido, una contra dirigida por Muniain que abría para Berenguer, el navarro que se sacaba un centro con la zurda raso, teledirigido para Iñaki Williams, que a puerta vacía no era capaz de convertir en gol. Un Iñaki que venía de marcar y dejar grandes sensaciones contra el Cádiz, pero que de nuevo volvió a dejar síntomas de un grave problema con el gol.

Seguiría dominando el Athletic toda la primera parte, de principio a fin. Fue precisamente en el fin de la primera mitad cuando volverían a disponer los leones de una nueva ocasión, esta vez a balón parado. Funcionó la pizarra de Valverde, pues, cuando parecía que el lanzador de una peligrosa falta al borde del área iba a estar entre Muniain y Vesga, apareció Berenguer desde la frontal del área para estrellar el balón contra el larguero mientras todo el público gritaba gol. Así terminó el primer periodo, con un Alex Berenguer completamente desatado, y liderando a un Athletic que empezaba a ver como los fantasmas de la primera jornada volvían a aparecer.

Acababa el descanso y con ello comenzaba una segunda parte que no tuvo mucho más que destacar, por lo menos hasta el minuto 82. Los del Txingurri siguieron dominando un partido que veía como los minutos finales se acercaban y el marcador seguía sin moverse. Precisamente en ese minuto 82, cuando más duele, Darder recogería un balón en el mediocampo y proyectaría en carrera a Braithwaite, que veía como Vivian le ganaba la carrera y parecía conseguir arrebatarle el cuero. Pero, como bien se suele decir, el Athletic fue víctima de la ley de Murphy. Aquello de «si algo puede pasar, pasará », fue en este caso «si algo malo puede pasar, pasará ». Fue el que nunca falla, Yeray Álvarez, el que sostiene la defensa rojiblanca. Una defensa que no había encajado ningún gol hasta ese momento en liga, y que, tras un fallo garrafal de su mejor defensa, encajaba su primer tanto del curso.

Por mucho que Valverde pusiera sobre el campo toda la artillería posible, con Raúl García y Gorka Guruzeta, los leones no consiguieron mover el marcador, y vieron como se sucedía la primera derrota de la temporada. Para mayor desilusión de los aficionados, Ander Herrera no dispondría de minutos tras estar calentando en la banda durante gran parte de la segunda mitad.

Una derrota que traía consigo los fantasmas que atacaron San Mamés en la primera jornada, pues la incapacidad de este equipo para marcar goles vuelve a parecer alarmante. No importa quien juegue como punta en cada partido, el resultado parece ser siempre el mismo. Vuelve a ser tarea de Ernesto Valverde, que está consiguiendo que su equipo sea de los más verticales y ofensivos de la liga, solucionar este problema, que tras la marcha de Aduriz, nadie ha conseguido solucionar.