Nuevo acercamiento a lo prohibido

Tras la derrota en casa ante Club Atlético Osasuna, el Sevilla FC vuelve a rozar los puestos de descenso, en lo que parece ser una película de terror que nunca llega a su final feliz.

Después del Mundial, la mano del técnico argentino se había empezado a notar. El equipo ha venido mejorando desde que volvió la competición, hecho que ha sido posible gracias también a la incorporación de cuatro fichajes de invierno que han dado un salto de calidad a la plantilla (Badé, Gueye, Bryan Gil y Lucas Ocampos). Obviamente, en la actualidad no estamos viendo el mejor Sevilla de todos los tiempos, pero si echamos la vista atrás y observamos cómo estaba el equipo a principios de temporada, se puede decir que algo se ha mejorado, aunque queda muchísimo por trabajar aún.

En liga, el cuadro hispalense venía de sumar cuatro victorias consecutivas en casa, lo cual le había permitido escalar algunas posiciones en la clasificación y alejarse del descenso. El problema que están encontrando los chicos de Sampaoli es que contra todo pronóstico, los equipos de abajo de la tabla, es decir, los perseguidores del Sevilla FC, están cuajando grandes partidos y no paran de sumar puntos jornada tras jornada. Esto significa que pese a que los últimos resultados rojiblancos estaban siendo positivos, cualquier mínimo tropiezo podía volver a mandar al equipo al abismo de las últimas plazas. Eso es exactamente lo que ha sucedido, ya que tras caer ante los rojillos, el Sevilla vuelve a situarse a solo dos puntos del descenso, situación que se complica aún más sabiendo que en la próxima cita liguera tendrán que visitar el feudo del Atlético de Madrid, el Cívitas Metropolitano.

Desde el club de Nervión quieren mantener la calma, ya que basándose en el juego del equipo en los últimos partidos, confían en que no haya problemas respecto a mantener la categoría. No obstante, cualquier mala racha de resultados en este momento de la temporada puede condenar duramente al Sevilla. No hay ninguna duda en que el mal comienzo liguero de este año se ha convertido en un lastre con el que va a tener que cargar el sevillismo durante toda la campaña.

También hay que tener en cuenta la presencia del Sevilla en la Europa League, hecho que se traduce en un calendario mucho más apretado para los de Sampaoli, que tendrán que disputar más partidos que sus perseguidores en La Liga. Esta situación también se puede valorar desde el lado positivo, ya que si el Sevilla consigue ganar este título, entraría directamente en Champions el año que viene, y podría centrarse exclusivamente en mantener la categoría este año.

La situación es compleja en Nervión, y las próximas semanas serán cruciales, con dos partidos muy importantes ante Atlético de Madrid y Almería, y unos exigentes octavos de final en Europa frente al Fenerbahce. La recuperación de jugadores que han estado lesionados (Tecatito Corona o Badé) también será clave para afrontar lo que viene.

Fotografía: Twitter oficial Sevilla FC.