¿Lo hará esta vez Inglaterra?
- Antonio García del Pino Martín
- 22 nov 2022
- 3 Min. de lectura

Tras un ilusionante debut, miramos al pasado reciente de la selección inglesa y nos preguntamos si serán capaces de no repetirlo.
Con cada debut de Inglaterra en cualquier torneo internacional, son múltiples sentimientos los que afloran tanto de los propios ingleses como de aficionados de todo el mundo. El conjunto de los 'three lions' se ha acostumbrado en los últimos años a acumular varias estrellas mundiales a sus convocatorias, siendo siempre una de las favoritas al título si nos fijamos únicamente en su plantilla. Y hacemos hincapié en eso de "únicamente en su plantilla" porque lo que suele pasar dentro del campo no siempre va en consonancia con la calidad de los nombres que posee.
Para el recuerdo quedará aquel mundial de Sudáfrica en 2010, maravilloso en la memoria de cualquier español, no tanto en la memoria de los ingleses. Aquella selección, contaba con nombres de la talla de Lampard, Gerrard, Barry, Rooney, Ferdinand, Terry o Ashley Cole, todos ellos contrastados en la más absoluta élite mundial y con amplia experiencia en la Liga de Campeones. El resultado, como era de esperar, no fue acorde a la dimensión de aquella plantilla. En cuartos fue vapuleada por Alemania, no sin algo de polémica, con un icónico 4-1, que pasará a la historia por aquel gol fantasma de Lampard.
Tras una Euro 2012 en la que perdió en penaltis con Italia, y un decepcionante Mundial de 2014 en Brasil, Inglaterra volvía a llegar con una gran generación de futbolistas al Mundial de Rusia en 2018. Los ingleses, liderados por Harry Kane, contaban además con nombres de la talla de Walker, Sterling o Rashford. Parecía ser otra de esas selecciones inglesas que rebosa talento en todas las partes del campo. Pero, al igual que todas ellos, lo que se plasmaba en el campo no tenía nada que ver con lo que se esperaban los aficionados. Southgate no conseguía dar con la tecla para optimizar todas las cualidades de sus jugadores e Inglaterra volvía a caer, esta vez ante Croacia, eso sí, en semifinales.
Lo único positivo que se podía sacar del resultado es que el conjunto inglés iba avanzando rondas y cada vez caía eliminada más cerca de la final. La Euro 2020 no haría más confirmar esta tendencia, pues sería su primera final en muchos años. Con Wembley como sede para acoger la cita, parecían darse todas las circunstancias idóneas para que esta generación pudiera levantar un trofeo. El resultado fue el más doloroso de todos. Delante de su gente y con un estadio a rebosar, los ingleses caían en penaltis contra una Italia que sorprendió a todos alzándose con el trofeo de Campeona de Europa.
Tan solo algo más de un año después de aquello, los 'three lions' afrontaban la cita mundialista en Qatar con la misma ilusión que las demás, pero con una sensación en el ambiente de los aficionados neutrales de que está selección inglesa ya no está al nivel de las grandes favoritas. A pesar de ello, Inglaterra ha conseguido sumar a la causa a jóvenes talentos más que preparados para una cita de este calibre. A los Kane, Sterling y Rashford se les han sumado Bellingham, Rice, Foden o Saka, formando una plantilla digna de videojuego. A pesar de contar con uno de las mejores generaciones inglesas en años, la duda vuelve a ser la misma que con las anteriores, ¿Serán capaces de competir cuando llegue el día D y la hora H? De momento, solo nos podemos aferrar a su debut en Qatar como única prueba empírica de la capacidad competitiva de este combinado, y el resultado da lugar a la esperanza. Con un abrumador 6-2 a una débil Irán, los de Southgate han impuesto un fútbol dominador capaz de optimizar las cualidades de todos sus jugadores. Entre ellos, Jude Bellingham, que a pesar de haber nacido en el 2003, deja síntomas de competidor de nacimiento, cualidad que en esta Inglaterra nunca ha destacado. También cabe resaltar el papel de Rice en el equilibrio del centro del campo, de Kane siendo el nexo de unión del equipo, de Mount y de Saka buscando constantemente la verticalidad, y de Trippier, que ha conseguido que nadie exija la titularidad de Trent Alexander Arnold.
Dicho esto, las pruebas reales en esta Copa del Mundo están todavía por llegar para esta selección inglesa, y será ahí y no en otro momento, cuando veremos el verdadero nivel competitivo del conjunto anglosajón.
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