Las teclas bien pulsadas por Xavi
- Adrián Guisado
- 24 oct 2022
- 2 Min. de lectura

El técnico blaugrana sale del habitual 4-3-3 y se recrea tácticamente donde deja ver que hay más de un plan y funciona.
Desde Can Barça había dudas sobre Xavi, se rumoreaba si no era el adecuado, si le falta cintura o si no cambia de sistema y tiene pocos recursos tácticos. Ayer, por fin se vio al Barça esperado acompañado de un once correcto con un esquema adecuado. Realizando un análisis por zonas debemos de destacar a un jugador por línea.
En defensa nos encontramos con el mejor equipo de La Liga contando con la portería a 0 en 9 de 11 partidos. Aunque genere desconfianza tantos movimientos en la zaga azulgrana, todo aquel que sale cumple, fue visible tanto en transición ofensiva como en posicionamiento defensivo que ambos carriles estaban correctamente situados en el contexto adecuado. Sergi Roberto volvió a aparecer involucrado como culpable de unos de los tantos y Balde, a pesar de llevar solo este inicio de temporada en el primer equipo demuestra una proyección y una potencia física poco habitual para alguien tan joven y solo queda observar si esta joven perla de la masía puede seguir por delante de jugadores de la talla de Jordi Alba o Marcos Alonso.
Subiendo una línea, en el mediocampo, cabe destacar a Frankie de Jong y el rol que verdaderamente le exprime su función en el juego del Barça; el jugar a la espalda de Busquets. El neerlandés necesita situarse en el campo de manera que pueda observar el juego desde atrás para poder controlar las zonas que le corresponde en el campo y que pueda tener esa movilidad desde la zona de tres cuartos de capo en adelante que tan bien le viene y que Xavi no le ceda el papel de Busquets, que es un juego más posicional y estático.
La parte ofensiva, la zona más poblada y que más dolores de cabeza le da a Xavi. El francés, Ousmane Dembélé, aparece y deslumbra cuando se encuentra en la tesitura de recibir abierto y mostrar el desequilibrio que tanto le caracteriza. Por fin, Xavi entiende que el potencial del extremo del Barça pasa no por crear él la jugada, sino por transitar mediante los centrocampistas como Pedri, que ayer actuó como falso extremo izquierdo y que su función real fue la de interior, o Frankie, que cuando tiene la autonomía del centro del campo aporta dinamismo y creación; que componiendo las notas correctas detrás del francés, su melodía en el juego suena a gol y despunte. El buen nivel de Ousmane y los goles del Barça no se entiende sin el punta Polaco, Robert Lewandowski, que tiene entre ceja y ceja llevarse el pichichi y ser uno de los artífices de la caza del Real Madrid en la lucha por La Liga.
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