Las claves del éxito de los Boston Celtics

Los Boston Celtics han pasado de estar en récord negativo a principios del mes de enero, a estar ahora en la cuarta posición de la Conferencia Este y con derecho a soñar por el anillo.

No se sabe muy bien el punto de inflexión a partir del cual la franquicia de Massachusetts revertió la mala dinámica que tenía en el comienzo de la temporada, y es que llegó a situarse en puestos de Play-In bastante bajos y con muchas dudas sobre si el dúo formado por los Jay's era necesario mantenerlo. Pero su auge fue de la mano con el inicio del año, y pasaron de ser un equipo sin rumbo a ser uno de los mejores equipos de la liga.

Actualmente son cuartos en la Conferencia Este, tan solo por detrás de Miami, 76ers y los Bucks, a los cuales ni se les llegaba a comparar en un inicio. Con 45 victorias y 28 derrotas, continúan en este sprint final con opciones de lograr la segunda plaza, y visto lo visto no sería nada descabellado. Son 22 victorias en los últimos 26 partidos, un dato demoledor que muestra la fiabilidad de los verdes.

¿Pero cuales son las claves de este éxito inesperado de la franquicia dirigida por Ime Udoka?

Pues en primer lugar, como estamos comentando, una de las claves principales ha sido la figura del entrenador. Después de que el año pasado Brad Stevens abandonase el banquillo para pasar a las gestiones, fue el ex-ayudante de Gregg Popovich el que se hizo con el control de los Celtics. Tras un inicio un tanto complicado, el entrenador jefe parece haber dado con la fórmula, basada en un defensa dura, la buena gestión de los egos y la mezcla de sacrificio y humildad que termina por convertirte en contender.

El entrenador también ha conseguido un equipo versátil y uno de los que cuenta con más flexibilidad para adaptarse a cualquier tipo de partido. Juegan de la misma manera fuera de casa que en el TD Garden, algo muy difícil de lograr. Un buen caso de ello es la victoria este pasado domingo en la cancha de Denver donde consiguieron la victoria con una diferencia de 20 puntos y de la misma manera sucedió frente a los Warriors o los Kings entre otros. Es el mejor equipo de la Conferencia Este como visitante desde que empezó el año (14-4), y el segundo de la liga, solo por detrás de Phoenix.

Otra de las claves sin ninguna duda, es el nivel de Jayson Tatum y de Jaylen Brown. Ambos jugadores de 24 y 25 años respectivamente están realizando una campaña espectacular y que sin duda son relevantes para lograr el éxito de Boston.

En cuanto a Tatum, asentándose ya en el top-10 de jugadores de la liga, está realizando una de las mejores temporadas de su carrera. Promedia 26,9 puntos, 8,2 rebotes y 4,3 asistencias. Viene de ser jugador de la semana junto a Karl Anthony Towns y con una muy mala costumbre para los equipos que se enfrentan a él de anotar 50 puntos en un partido, algo que ya ha logrado en cuatro ocasiones en esta campaña.

Por otra parte, Jaylen Brown, que esta temporada no ha logrado ser All-Star debido a su inicio un poco por debajo de las expectativas. Pero que al igual que la franquicia ha conseguido reengancharse y revivir de una manera sorprendente. Promediando 23,2 puntos, 6,1 rebotes y 3,2 asistencias, muy cerca de igualar su mejor promedio en la liga.

Muy buena tarea del entrenador también la de recuperar a las dos estrellas de su equipo al mejor nivel, y demostrando que son completamente compatibles para apaciguar las dudas que planteaban si en un futuro debían seguir juntos o quizá separar sus caminos e iniciar una reconstrucción.

La defensa también ha sido y sigue siendo algo indispensable para que los Boston Celtics este donde estén ahora mismo y ocupen la posición que ocupan. Ahora mismo los de Udoka, son la mejor defensa de la liga, y tras la victoria en Denver continúan la racha del décimo partido consecutivo dejando a los rivales en 45% de campo o menos.

La clave para que esta defensa sea la mejor de la NBA, es en primer lugar y sin orden de preferencia ya que todos tienen su correspondiente importante, la gran temporada de Robert Williams III. El center esta realizando una campaña digna de aplauso para los fans de Boston, y gracias a su juventud y su gran habilidad sin balón, quizá en el futuro sea uno de los mejores pívots de la liga. Gran parte de culpa en su explosión la tiene Al Horford, el dominicano, gracias a su veteranía y su buen hacer, en ocasiones ha servido de "mentor" para Williams.

Otro de los hombres claves de esta gran defensa de Boston, es sin duda el capitán, Marcus Smart. Destacando su defensa de perímetro se ha convertido en uno de los jugadores defensivos más intensos de la liga. Con casi 2 robos por partido, las múltiples manos y esa intensidad que le caracteriza, se convierte sin duda en uno de los jugadores que más quebraderos de cabeza provoca en los rivales.

A estos dos se les suma, su mejor incorporación en esta agencia libre, Derrick White, de la escuela Popovich, poco que hablar, se ha convertido en un pilar necesario para el equipo de Udoka. Se adaptó muy bien desde el primer momento e hizo que la marcha de Schroder ni siquiera se notase. Además de las grandes aportaciones de jugadores del banquillo como Grant Williams, Payton Pritchard o Daniel Theis, que están completamente enchufados.

La versatilidad, buenas piernas, longitud para llegar arriba, sumado a la gran lectura para ver las ventajas y las desventajas hace de Boston uno de los equipos más complicados de vencer.

Y por último, una de las claves también que considero más importantes sobre todo de cara a Play-Off es que van por debajo del radar. Su mal inicio, que no significa que deje de ser contender, sí que les ha arrebatado el cartel de favoritos del Este, entre los que si están Brooklyn Nets, Philadephia o Bucks. El hecho de ir por debajo del radar le dá a la franquicia histórica un plus de motivación para intentar callar muchas bocas.

Y la pregunta es: ¿Son los Boston Celtics candidatos a hacerse con el anillo de la NBA?

Hace unos meses, el hecho de formular la pregunta ya sería ridículo, pero viendo su auge exponencial y su nivel actual quizá no sea algo tan extraño.