Festín de goles en el Martínez Valero

El conjunto de Valverde se reencuentra con la victoria y vuelve a golear fuera de casa.

Tras una jornada desesperante en San Mamés la semana pasada frente al Espanyol, en la cuál el equipo dominó sin ver puerta, los de Valverde visitaban el Martínez Valero con la esperanza de poder redimirse y traer los tres puntos a casa. Con dos cambios en su alineación, el de Íñigo Martínez por un Yeray que se encontraba en proceso gripal y no fue convocado, y el de Dani García por Vesga; y la lesión en el aductor de Ander Herrera. Por lo demás, el equipo presentaba pocos cambios, sobre todo en la zona atacante, donde empieza a parecer habitual ver a Iñaki Williams como nueve a pesar de su dificultad para convertir; a su hermano, Nico, dueño y señor de la banda derecha; y Berenguer, en el costado izquierdo, que probablemente sea el mejor jugador rojiblanco en lo que llevamos de temporada.

Con todos ellos sobre el campo comenzaba el partido, y de nuevo, un Athletic valiente y ofensivo, impuso su ley un día más en la primera parte. Con una presión adelantada 'made in Txigurri' el equipo dominaba el juego y las ocasiones. Ocasiones que, a diferencia de la jornada anterior, no tardaron en materializarse, pues en el minuto 8, un centro de Alex Berenguer por banda izquierda acabaría golpeando en Nico Fernández, que sin fortuna anotaba en propia puerta para darle la ventaja al equipo visitante.

Tan solo tres minutos después, Nico Williams se internaba en el área y era derribado en lo que parecía una acción sin mayores consecuencias. Pero tras ser revisada en el VAR se decretaría pena máxima a favor de los rojiblancos. Precisamente son los penaltis la mayor debilidad del Athletic en los últimos años, pues es el único equipo de las grandes ligas europeas que falla más penaltis de los que anota. No importa cuantas veces se cambie el lanzador, el resultado acaba siempre siendo el mismo: Desde que se fue Aduriz, nadie es regular desde los once metros. Sería Oihan Sancet quien asumiría la responsabilidad en esta ocasión, teniendo más suerte que las anteriores, pues el navarro convertiría el penalti engañando a Edgar Badia, y duplicando la ventaja en el marcador.

No contentos con un 0-2, los de Valverde volvieron a mostrar su mayor cualidad: la agresividad. Y es que desde que el Txingurri se volvió a sentar en el banquillo de los leones el equipo presiona más y mejor que nunca, recuperando el balón en zonas altas y llegando con facilidad a la puerta rival. Sería en el minuto 21 cuando llegaría la jugada del partido. Nico Williams recibía el balón abierto en banda derecha, y tras superar a su par en una carrera hacia el pico del área, colocaría el balón en la escuadra con un zurdazo imparable. El primer gol del pequeño de los Williams en liga con el Athletic, y que mejor manera de estrenarse en la competición que con uno de los goles de la jornada.

Seguiría totalmente insaciable el Athletic, que tras ver como un gol de Muniain era anulado por posición antirreglamentaria de Berenguer, volvería a marcar en el 43. Sería el propio Alex Berenguer, el que faltaba por unirse a la fiesta, el que aprovecharía un error garrafal de la defensa del Elche para anotar mediante una volea con la zurda el 0-4, que sentenciaba prácticamente el partido, a falta de 45 minutos por jugarse.

Y así sería, porque la segunda parte tuvo poco que recalcar. Valverde dio entrada Guruzeta, Raúl García, Vesga, Morcillo y Zárraga, la mayoría de ellos cambios ofensivos, para mantener la presión que el Athletic estaba realizando sobre el Elche. Conseguiría recortar el conjunto local distancias con un gol a la contra de Ezequiel Ponce, asistido por Lucas Boyé, y así poner el definitivo 1-4 en el marcador.

Terminaba de esta manera la quinta jornada de liga, con un Athletic durmiendo en el quinto puesto de la tabla, empatado a puntos con Villarreal y Atlético de Madrid. No cabe duda de que si el conjunto de Valverde consigue mantener la eficacia goleadora, presenta una de las candidaturas a puestos europeos más a tener en cuenta de la liga.